
Me quedé con los crespos hechos. Aunque cansado del carrete del otro día en donde festejamos la presencia de Tania en Chile, el viaje del Víctor que se nos casa y va a México, y por qué no decirlo también mi Doctorado aun tenía energías para cumplir mi palabra de acompañar a mi amiga chiapaneca a conocer Valparaíso. Lamentablemente como Lore esta delicada de salud tuve que quedarme en Santiago. ¿Pero que podría decir de los viajes y encuentros entre diferentes geografías y mundos?. Primero que me generan placer. Para mi siempre es potente establecer contacto con alguién de afuera. Es como viajar y desdoblarse, ser uno también un poco extraño en un mundo y una ciudad que habitualmente no observamos con los mismo ojos que tenemos cuando viajamos y recorremos sus espacios con otros. Además de los puntos de encuentro temáticos obvios - en este caso la Antropología- hay algo mágico en conocer inesperadamente a alguién tan distinto a ti, algo que te abre el mundo y te hace tener nuevos puntos de referencia, nuevos lugares, olores, sabores y ciudades en tu propio e imaginario mapa interno. Que decir de esta nueva amiga que a lo mejor no veremos más, que tiene su espacio propio en mi mapa, que se la echará mucho de menos. Mientras bajo una foto de San Cristóbal brindo a su salud.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario