lunes, 4 de julio de 2005

Un café en la Moneda


En la mañana me tocó participar y ser testigo de una escena singular, ver como opera en la práctica la forma de abordar los temas de la denominada "agenda valórica" por parte de nuestra clase política o por lo menos de una parte, o para ser derechamente más claros de la parte masculina... El tema es el siguiente está en Chile de visita el destacado investigador en sexualidad Michel Bozon que viene a participar en múltiples encuentros y seminarios, uno de ellos en la Universidad de Chile lugar donde trabajo, invitado por la destacada ínvestigadora Irma Palma. La cuestión es que se invitó a Bozon a que fuera a la Moneda a dialogar con ministros y parlamentarios, el propósito: sensibilizarlos respecto al tema de la discriminación mostrando la experiencia y el debate francés respecto al tema, el anfitrión: el Ministro Secretario General de Gobierno, la coyuntura: la nueva ley de discriminación que se debate en el parlamento y que entreparentesis la UDI ya rechazó por lo menos en la idea de legislar por lo que vuelve a comisión (según entiendo). Una de las razones de porqué se hace la reunión en la Moneda es para hacer lobby, para que participe el ministro de cuya cartera depende el tema discriminación...

Con Irma, Marcelo y Bozon entramos por plaza Constitución y atravesamos el primer patio hasta llegar casi al Patio de Los Naranjos, justo al costado izquierdo, en el umbral que da al patio, un carabinero nos invita a pasar por una protocolar puerta a una sala donde en una larga mesa se realizará esta reunión desayuno, este café en la Moneda. Preside el Ministro que inicia un discurso armado de memoria, muy de diplomático, acerca de la Moneda y sus paradojas ser lugar de la élite y de reunión de poetas (sic), habla de los tiempos de Balmaceda y nunca llega al tema, cuando está haciendo una elipsis en su discurso, se abre la puerta y entra la diputada Carolina Tohá, el ministro hace una pausa, interrumpe el discurso e irónicamente la reta por llegar atrasada... risas, silencio y la escena transcurre y Puccio sigue hablando como si nada...después de él, sólo después de él hablará la ministra, a quién le corresponde por "protocolo" hablar después. La ministra termina de hablar y antes que comience a Michel, el ministro diplomáticamente se levanta y olímpicamente se excusa, lanza una frase en francés y anuncia que lamentablemente el deber lo llama y se tiene que retirar porque tiene que participar de una importante reunión. Entonces se para y se dirige hacia la adornada puerta ubicada detrás de la mesa, al abrirla se escucha la inconfundible voz de Vidal que preside la reunión de los "ministros políticos". La Ministra que no forma parte de tan importante encuentro semanal toma la testera, el puesto que deja vacante nuestro brillante y diplomático ministro, y por fin, y por fin podemos comenzar nuestra reunión...

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