En nuestra sociedad de Post Dictadura, la temática del cuerpo, su expresión y exploración más allá de los cánones impuestos por la normatividad, constituyen un tema pendiente que -cuando emerge- genera des-orden, instalando la pregunta por los límites y consensos sobre nuestro orden social y cultural. Es así como las experiencias que incorporan la dimensión subjetiva del cuerpo como son el uso de drogas y la sexualidad entre otras, y que se sitúan desde lo orgiástico y festivo, son negadas, reprimidas y estigmatizadas como fuente de desorden y potencial amenaza al "contrato social".
Paralelamente se impone en Chile un modelo de sociedad que instala la temática del orden a través de la configuración de un discurso del control de las diferencias, el que incluye como herramientas el manejo social del temor, y el riesgo. El riesgo y el temor al otro están implícitos e introyectados en políticas sociales e imaginarios construidos por los medios de comunicación que validan el autoritarismo como un mecanismo de defensa y resolución de conflictos, al que las élites que gobiernan recurren como estrategia de respuesta ante el temor y el riesgo, develando la incapacidad de resolver las desigualdades y conflictos de convivencia que genera el actual modelo económico y social que vivimos. Es por ello que esta edición de Polis se plantea reflexionar cómo, en nuestra cultura actual, tanto local como global, experimentamos la tensión entre cuerpo y sociedad.
Con este encabezado iniciamos la convocatoria hace algunos meses a escribir a connotados investigadores de Chile, Argentina, Colombia y España acerca de los temas del cuerpo y su disciplinamiento. Personalmente me tocó plantear la idea, que originalmente situáramos en el contexto más amplio de nuestro trabajo en la Red de Reducción de Daños, contando con la excelente recepción de la Universidad Bolivariana y su Rector Antonio Elizalde gracias a lo cual pudimos avanzar en instalar como equipo editor una reflexión interdisciplinaria sobre los temas de la subjetividad que interrogan nuestro presente y marcan de una u otra forma el devenir de nuestras sociedades latinoamericanas.
Aprovecho también para volver a reconocer el apoyo que nos ofreció Loreto en la traducción de los abstract y el trabajo desde la Universidad de Eduardo Yentzen, que años atrás editara Revista La Bicicleta. Sóo queda felicitar a todos los y las autoras que respondieron a nuestra convocatoria.
Si quieren revisar el texto desde Internet sólo tienen que visitar Revista POLIS
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