lunes, 18 de julio de 2005

Acerca del Rock Chabón y las Clases Sociales


Encontré esta ponencia en el CD que pirateé del ALA. Como no pude ir a la mesa y trata de un tema que me interesa y me permite polemizar acerca de la construcción social del gusto y como nuestros gustos musicales, aun lado y otro de la cordillera sin querer nos clasifican... y nos hacen reproducir las distinciones que desde otras dimensiones quisiéramos superar.

Venganza de clases en el rock
Pablo Semán



Algunos autores han afirmado que durante los años 90 se desarrolló una diferenciación dentro de las apropiaciones locales del rock. El rock chabón que siendo el resultado del encuentro entre las clases populares y el rock en el particular contexto sociopolítico de la década del 90 (una política radical de privatizaciones, mercanti1lización y recomposición de las formas de intervención estatal) dio lugar a muy discutidas innovaciones en la ejecución, las temáticas y las performances escénicas. El rock chabón es el resultado de la presencia de oídos y voces populares en el rock que había sido hegemonizado hasta entonces por las clases medias.
Un episodio reciente que ha derivado en la muerte de 193 jóvenes que asistían a un recital de un grupo emblemático del rock chabón ha generado una corriente de opiniones negativas hacia el genero considerado como “la arenga por la arenga misma”, “la arenga del reviente por que sí”. Como afirma Sebastián Ramos (periodista de La Nación): “El rock se masificó, es un evento masivo y los argentinos tenemos una forma particular de festejar. Quizá sea un desastre, pero es lo que es. Y el desastre lo vemos ahora. También son formas que se ven en las marchas (políticas).Y no es culpa de la gente. El rock es hoy masivo, popular y pobre”.
En este contexto sugeriremos que las polémicas históricas y las críticas actuales al rock chabón son parte constitutiva del encuentro entre las clases medias y las características históricamente sedimentadas del rock chabón. Para ello demostremos que el rock chabón fue el resultado específico de el encuentro entre el mundo popular y el rock. El carácter popular del rock chabón, y el carácter de contraofensiva hegemónica que asiste a la interpretación del rock chabón por parte de periodistas, músicos y públicos serán descriptos como parte de una tentativa de descripción sumaria pero abarcativa de los orígenes y características de este fenómeno así como de las reacciones y luchas de clasificación social que ha desencadenado.
1-Hasta los años noventa el desarrollo del rock se centraba, fundamentalmente, en las clases medias. Hay notables excepciones esta regla que, sin embargo vale tanto para el hecho de que era la clase media el estrato que nutría al movimiento de músicos y compositores, como para la circunstancia de que la mayor parte del público no pertenecía a los sectores populares (en estos últimos la tradición roquera se hacia presente de forma infrecuente, formando ínsulas en un campo dominado por la música melódica, la cumbia, el chamamé y la música folklórica en general).
2- Inicialmente el rock chabón se desarrollo como una sensibilidad presente en la interpretación efectuada por algunos públicos de algunas propuestas del rock nacional o, como el despliegue de los énfasis musicales y letrísticos que prolongaban los valores presentes en esa escucha. Algunos escuchaban los núcleos ideológicos y estéticos del rock chabón en agrupaciones que nunca reivindicaron su pertenencia a esa categoría y otros los percibían en grupos que fueron elevados por el público a los estatutos de patriarcas, o practicantes de los valores de ese movimiento. Es por eso que el rock chabón no fue inicialmente, un género del rock definido por una regla musical o letrística y es por eso que la definición de la extensión del conjunto “rock chabón” arroja resultados disímiles según quien proponga esa definición y en que momento. Fue más bien una sensibilidad referida a retóricas y estilos musicales que atravesaban los más diversos géneros de rock presentes en el panorama musical de la juventud.
3- Esa sensibilidad se organizaba en una operación de resignificación de la obra y la presencia de conjuntos que pertenecían a corrientes preexistentes del rock y en torno a temas y valores claves.
3.1- Conjuntos como Particio Rey y los Redonditos de Ricota, que se originaban en una tradición que mixturaba una serie de influencias fuertemente presentes en la cultura de las clases medias urbanas de los años 60 y 70 fueron emblemas del rock chabón en una curiosa y radical operación de transformación de una banda por su público. Para sintetizar el carácter de esa operación en un ejemplo paradigmático digamos que la canción “Todo preso es político” que “Patricio Rey y los Redonditos de Ricota” inscribían en la zaga del anarquismo era leída como una reivindicación de la practica de todo tipo de ilegalismos. En ese contexto varios observadores notaron que el publico de “los redondos” fue recomponiéndose y mientras las jóvenes vanguardistas de clase media de la Capital Federal dejaban su lugar en los recitales que se organizaban en los teatros del centro, ganaba espacio el publico del gran buenos aires llenaba canchas de fútbol en las que rendían homenaje a su grupo preferido. El publico universitario mermaba y en cambio aumentaba el de los que habían tenido un pasaje propio o familiar por el mundo del delito y la penitenciaría.
3.2- Luego surgieron grupos que enfatizaron los aspectos que esa escucha reclasificatotria ponía en juego. Estos desarrollos y aquella escucha tenían tres características fundamentales.
3.2.1- El rock chabón tomaba como epicentro de sus sentimientos y su ethos el barrio, la patria pequeña de la infancia y la juventud y su paisaje transformado por la pobreza, la delincuencia, el tráfico de drogas, en fin las novedades de la década del 90.
Pero no era simplemente una crónica: el rock chabón construía con ladrones, armas y hechos delictivos una heroica en la que la represión policial era la necesaria contrafigura de un combate social en el que tomaban partido. El rock chabón se identificaba con los marginales reclamando un lugar para ellos, lamentaba el fin del mundo del trabajo y protestaba mas que por el exceso de integración por el déficit de la misma, por la fractura social que había traído el neoliberalismo.
3.2.2- Pero no era, en todos los casos, un rock de pretensiones políticas, al menos de pretensiones políticas concientes y dirigidas de forma sistemática a objetivos políticos. Reivindicaba el mundo que quedaba atrás en el marco de una reestructuración social políticamente comandada y su apego a los “buenos viejos tiempos” tenia valor político de resistencia que antes que declamarse se practicaba. En ese contexto el rock chabón era “contestatario” de una forma diferente a la que lo había sido el rock en los años 70. En vez de asumir una postura anticapitalista daba cuenta de la nostalgia por una fase en que los mas pobres, al menos, tenían trabajo y patrones.
3.2.3- En contraposición con la historia del rock nacional el rock chabón era curiosa y contrastivamente nacionalista. El rock nacional era rock en castellano, pero sus letras o acentuaban el lado cosmopolita dirigiéndose a un joven universal o era cauto al separar su dimensión de música de protesta de cualquier identificación patriótica. El rock nacional, cuando lo hacia, protestaba en nombre de todas las categorías de oprimidos. El rock chabón produjo un rock que se identificaba con la nación y llegó a plantear temas totalmente ajenos a la tradición anterior como la sanción moral al que deja la patria aún cuando lo aqueja el apremio económico. En el rock nacional las clases medias habían combinado el espíritu liberal del rock con el progresismo argentino que se reconocía enfrentado al nacionalismo al que consideraba autoritario. El rock chabón, en cambio reivindicaba los valores patrióticos a través, por ejemplo, de la reivindicación del folklore por su carácter nacional (y no solo por su carácter subalterno).
4- Otro trazo que completan la especificidad del modelo y su distancia del tronco originario del rock nacional es su relación con el fútbol. Para el rock nacional de los años 70 el fútbol era su antípoda normativa y estética: la disciplina del deporte, y el espectáculo montado en su alrededor, parecían ser la antitesis de jóvenes de ideales hippies y amantes de las vocaciones que no se pervertían en el mercado. En los años 90 las cosas habían cambiado: los jugadores de fútbol podía compartir gustos con los rockeros y los rockeros de origen popular no se hubieran sentido cómodos satanizando al deporte nacional. Pero más allá de esta situación la comunicación entre un campo y otro era mas intensa debido a un hecho que constituye otra de las características centrales del rock chabón. Para este recorte del rock el fútbol era una práctica en que se desplegaba un valor homólogo de al de la disputa social que protagonizaba el rock: la lucha contra la policía, la práctica del valor del “aguante”, una categoría física y, sobre todo moral, que da cuenta del valor de los hombres en su capacidad de resistir y/o atracar en relaciones de fuerzas desventajosas. El valor del aguante, que como lo han mostrado varios autores, se encuentra presente en diversas expresiones populares, nortea y comunica éticamente a hinchadas de fútbol, grupos de fans, y grupos musicales.
5- Pero si el rock chabón se acerca al fútbol debido a las prácticas de sus seguidores, y si define sus temáticas a partir de la escucha selectiva de estos (como citamos en el caso Patricio Rey y los Redonditos de Ricota), es por que otra de las características del rock chabón es que la actividad del público es tan o mas importante que la que ofrecen las bandas. El protagonismo es dividido y desplazado por aparición de un nuevo actor en el espectáculo: los grupos de seguidores practican el “aguante” de la misma manera que lo hacen las hinchadas de fútbol en relación con su equipo. Siguen a las bandas en sus viajes y en los festivales locales presentando banderas, bengalas, vestimentas y coros en una contra escena que crea un piso mínimo de público y fervor para la actuación de la banda que esta en el palco.
6- Análisis periodísticos y académicos han coincidido al señalar que en los orígenes del rock chabón opera una situación histórica y económica muy especial. En ella se combina la proyección que alcanzo por diversas vías el rock en el mundo popular con la facilitación del acceso a equipos de ejecución y producción musical en virtud del abaratamiento global de estos productos y la intensificación de este efecto derivada del la sobrevaluación del peso argentino que permitía la importación de esos productos a precios mas que accesibles.
7- Tal vez ha sido menos observada otra condición concomitante: la formación de poblaciones de origen provincial relativamente nuevas en el área metropolitana de Buenos Aires en la que las generaciones mas nuevas, los hijos de lo migrantes no necesariamente encontraban en la tradición musical de sus familias un medio de expresión (no necesariamente esta situación debe pensarse en términos de la ausencia de tradiciones sino, mas bien en la fuerte competencia entre la socialización primaria y la secundaria, entre el hogar y la esquina del barrio con su circuito de alcohol, drogas, narrativas, diversiones y exploraciones compartidas). En ese territorio competían por la adhesión y la preferencia, las tradiciones musicales de las generaciones anteriores (que declinaban), la música de cumbia y bailanta y el rock que a lo largo de treinta años fue estableciendo bases locales de reproducción. Todo sucede como si en cierto momento esas bases hubieran alcanzado una cantidad crítica que las convierte tanteen un público interesante para la escala de emprendimientos musicales de variados formatos y escalas dentro del rock. En ese contexto, surgió, detectada por encuestas, la necesidad de una radio de rock nacional que basaría su programación en un repertorio de 200 canciones que pocas personas de la clase media hubieran identificado con el rock o con lo mejor del rock. Esa radio, la MEGA, vendría a ser la expresión de los jóvenes del gran Buenos Aires mientras que, la Rock and Pop vería recortado su imperio antes incuestionable, a los jóvenes de la Capital Federal y los núcleos urbanos del interior. Si tamaña empresa musical fue posible gracias a esa masa crítica que se había formado, como no lo iba a ser posible otra que es paralela y es característica del rock chabón. Los jóvenes del gran Buenos Aires, practicantes de un rock fubolizado, nostálgico, muchas veces elemental, comenzaron a adquirir, también, habilidades administrativas. Formaron sus bandas y apoyados en la constancia y el “aguante” de sus grupos de seguidores lograban estabilizar circuitos de shows ante empresarios que exigían un mínimo de público. E inspirados en el ejemplo ofrecido por el éxito de las producciones independientes hicieron las suyas negociando fechas, condiciones, ingresos y escenarios con productores de espectáculos de locales de mediano y pequeño porte. Excluidos del gran consumo por razones en las que se mezclaban sus preferencias y sus posibilidades armaron un circuito musical del que participaban los jóvenes del Gran Buenos y los barrios pobres de la capital y al que se agregaron, en los peores momentos de la crisis, los jóvenes de las clases medias. Victimas de la recesión que comenzó en 1998 y se prolongo casi cuatro años, disponían de unas a pocas monedas para viajar, tomar cerveza y asistir a un show barato y encontraron en este circuito un espacio ideal. Fue por esto, entre otras razones, que el rock chabón invirtió la secuencia de circulación cultural que hacia de la periferia urbana el polo pasivo del proceso.
8- Este proceso y no el incendio de cromagnon es lo que debe tenerse en cuenta para comprender las palabras de que denuestan en performance y en análisis el rock chabón. Estas críticas y sus formulaciones típicas son las mismas que ejercía una parte del rock antes de esa tragedia que para una parte de los críticos se transformo en la posibilidad de un ajuste de cuentas ansiado desde mucho tiempo atrás. Así una de las primeras reprensiones que recibió el rock chabón fue la que lo acusaba de no pertenecer propiamente al mundo del rock. En el año 2000, Carlos Polimeni, periodista especializado de Pagina 12, sostenía que el rock que “en realidad responde a un patrón que entendemos aquellos que creemos que el "Rock" es una verdad (" es la música que a tu mamá le va a molestar)” y que de esa verdad no participaban ni el rock chabón ni los sectores populares que estarías volcados a la cumbia y al chamame. La percepción podía ser “científicamente” errada, pero cumplía, perfectamente, una función social estratégica en el discurso de las clases medias: excluir al rock chabón del universo del rock legítimo a partir de los parámetros de una legitimidad cuyo imperio crujía. Mucho antes en 1995, cuando el fenómeno era emergente, y se confundía con otras expresiones del rock que coincidían en la explicitación de una crítica social desde las letras del rock, se ensayaban las tentativas de dar cuenta de la diferencia entre los practicantes de las estéticas legítimas y las ilegítimas. La líder de un conjunto de hip hop en ese momento en alza me decía que el rock chabón era “falto de mensaje”, que no alcanzaba con oponerse a la policía para ser músico, que el rock chabón le parecía una excusa para “tomar cerveza y criar panza”.
En esa misma línea de crítica a los aspectos creativos Charly Garcia, uno de los músicos-guía de la historia del rock nacional, formulo una clasificación y una sanción al mismo tiempo: “muera el rock viva la sinfonía”. La invectiva es clara: si el roquero por excelencia debe optar entre la pobreza del rock chabón y la calidad de la sinfonía debe ponerse del lado de este último aunque no sea rock, aunque “roll over beethoven”. Esta opción que refuerza una relación de fuerzas social que define el valor de los gustos es acompañada posteriormente por la de Fito Paez (otra figura rectora del rock nacional). En su opinión el rock chabón es el resultado de la decadencia de la argentina en el terreno cultural. Según Paez "para esa gente, si te ponés a estudiar música sos puto o jazzero y, entonces, no sos del palo. Un pueblo que se funda en la ignorancia genera tragedias, y esta cosa tribal argentina es terrible y es asesina porque te deja en la ignorancia".
9- No pretendemos realizar aquí un análisis musicológico o técnico. Solo pretendimos llamar la atención sobre las condiciones en que debe interpretarse el sentido de la crítica que efectúan músicos y periodistas a un género cuyos valores no comparten. Y si nuestro análisis histórico es correcto no es muy descabellado afirmar una hipótesis conclusiva. En la medida en que el rock chabón desafío la hegemonía de los rockers y las estéticas de clase media, los juicios musicológicos aliados a la consideración sociológica que lee lo emergente en clave de decadencia consuman un ajuste de cuentas ansiado desde hace tiempo: el incendio de cromagnon además de revelar la muy problemática relación de los argentinos con las leyes es la oportunidad de una venganza de clase.

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