martes, 9 de agosto de 2005

Adictos a la Fuerza (o una jaladita más)



Mientras la coyuntura post J-H reafirma la gran opción de Michelle Bachelet, un nuevo tema se asoma a la coyuntura. Ya lo aventurábamos desde nuestro blog de reducción de daños: la Nueva Ley de Drogas es tan mala que confunde consumo privado con micro y narcotráfico y amplia la discriminación y estigmatización para los y las usuarios/as de drogas.

El mes anterior ya el tema emergió para los más observadores al analizar el contraste entre la actitud que la policía y los tribunales tuvieron en el "episodio de Macul" a diferencia de la "deferencia" para con la señora Velasco, lo que marcó un episodio de desigualdad y discriminación vergonzoso, clasista y adultocéntrico -como agregaría un conocido sociólogo de las juventudes populares-. De hecho fue así. Se favoreció a una persona de edad con apellido y con recursos, en contra de personas de inferiores recursos y previamente estigmatizados, en el caso de los usuarios de Macul, por el sólo hecho de ser jóvenes, "carreteros" y "volados".

Hoy la coyuntura coloca en el centro a un cantante de "Rojo" que para "zafar" tiene que asumir forzadamente su "condición de adicto" para no ser procesado como "traficante". No obstante y contra lo que predica la Directora de CONACE, el amigo de Rojo no fue procesado como traficante al comprar cocaína para compartirla con otros ya que él, muy generoso el hombre, "la regalaba" y por ende no establecía -según el juez- lucro. Andáááá!!!! Técnicamente si se acoge el "espíritu" de la nueva ley, consumo concertado es tráfico, pero como no hay un consenso cultural en el país y como en el reino hay ciudadanos de primera y segunda categoría nuevamente se sacó un conejo del sombrero y se aplicó la ley distinto, porque en este caso estaban involucrados los intereses del mercado televisivo específicamente de un muy lucrativo producto como es Rojo Fama Contra Fama. O alguién me puede discutir que si el generoso hubiera sido un cabro de La Pintana no hubiera sido procesado como narcotraficante. Está bien ser a su vez "generosos" y "deferentes" con el tema pero no hay derecho para que nos pasen por huevones. Por qué no reconocemos, mal o bien, aunque sea "a lo Paulsen", que al haber de facto una sociedad de mercado hay usuarios y usuarias de drogas, y no sólo en el mundo televisivo!! o somos (neo) liberales sólo cuando nos conviene. (Entreparéntesis para una visión "liberal" del tema vean artículo del CEP.)

Bueno, mientras seguimos por televisión esta impactante telenovela que ha logrado que conductores usualmente conservadores con el uso de drogas se posicionen en defensa de la libertad individual y en contra de la caza de brujas recordemos las palabras de nuestro maestro Ibán de Rementería, en un artículo que publicáramos no hace mucho:

"Pretender que la ley de drogas se aplique con todo su rigor, "caiga quien caiga", implica hacerse cargo de las siguientes consecuencias: el 32% de los detenidos por infracción a la ley de drogas lo es por posesión, sólo el 20% por tráfico, mientras que el 38% lo es por consumo y el 16% de los jóvenes usa drogas en la actualidad. Cada año, de los 20 mil detenidos por infracciones a la ley de drogas, sólo unos 6 mil son sancionados y de ellos unos 3 mil con penas privativas de libertad. Con algo de rigor policial y firmeza procesal, bien se le podría agregar un tercio más a la población penal actual, que llega a 36 mil personas."


Si quieren conocer la opinión de Loreto respecto al mismo episodio visita Chile Necesita Reducción de Daños!!!

1 comentario:

Christian Matus dijo...

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